En un entorno regulado y digital, conocer a tu cliente (KYC) es esencial para prevenir fraude, lavado de dinero y riesgos reputacionales. Más que un trámite, KYC es una práctica continua que inicia antes de la relación comercial y se mantiene durante todo el ciclo de vida del cliente o proveedor.
¿Qué es KYC?
KYC (Know Your Customer) es el proceso de identificar y verificar la identidad de tus clientes (personas físicas y morales), evaluar su riesgo y monitorear la relación de forma periódica.
Incluye tres pilares:
Identificación: recopilar datos y documentos oficiales.
Verificación: corroborar la autenticidad con fuentes confiables.
Monitoreo continuo: actualizar datos, vigilar operaciones y detectar alertas.
Complementos clave: KYB (Know Your Business) para empresas y KYT (Know Your Transactions) para monitoreo transaccional.
¿Por qué es importante?
Cumplimiento normativo: evitas sanciones y auditorías fallidas.
Prevención de riesgos: reduces fraude, suplantación y exposición a sanciones internacionales.
Mejor experiencia de cliente: altas más rápidas y sin fricción cuando el proceso está bien diseñado.
Toma de decisiones informada: segmentas riesgos y defines niveles de debida diligencia (EDD/SDD).
Componentes del KYC efectivo
Datos de identidad: nombre, CURP/NIF/RFC, domicilio, fecha de nacimiento/constitución.
Documentos soporte: identificaciones oficiales, acta constitutiva/poderes, comprobantes de domicilio.
Validación de identidad:liveness, selfie vs ID, OCR, verificación contra fuentes públicas/privadas.
Cribado (screening):PEP, listas de sanciones (OFAC, ONU, UE), listas nacionales y listas negativas.
Perfil transaccional (si aplica): origen de recursos y comportamiento esperado.
Monitoreo y reevaluación: periódica o por eventos (cambios de representantes, alertas, picos de actividad).
Carga y lectura de documentos: OCR/ICR y validación de integridad.
Prueba de vida y face match: liveness + comparación biométrica.
Verificaciones automáticas: PEP, sanciones, listas negativas y, si aplica, historial laboral/IMSS para validaciones laborales.
Score de riesgo: reglas y umbrales configurables; remediación si faltan datos.
Aprobación y alta: registro en tu DMS/CRM/CLM y políticas de retención documental.
Monitoreo continuo: re-KYC por calendario o por alertas (KYT).
Señales de alerta (red flags)
Documentos con inconsistencias, manipulados o vencidos.
Incoherencias entre selfie y documento (biometría).
Aparición en PEP/Sanciones o medios adversos.
Cambios frecuentes de apoderados, domicilios o razón social sin justificación.
Operaciones fuera del perfil esperado (para KYT).
KYC vs KYB vs KYT (en una frase)
KYC: identifica y verifica a la persona.
KYB: verifica la empresa y sus beneficiarios finales (UBOs).
KYT: monitorea transacciones para detectar operaciones inusuales.
Cómo ZERO ayuda a automatizar KYC y KYB
ZERO integra KYC dentro del Expediente Digital y los flujos de Background Check, para que tu equipo cumpla sin fricción:
Onboarding guiado (web/móvil) con captura inteligente y validación de campos.
Verificación de identidad: OCR de IDs, liveness, face match y comparación contra fuentes confiables.
Screening automático: PEP, sanciones internacionales, listas negativas y medios adversos.
Verificaciones laborales (cuando aplica): consulta de historial laboral IMSS con consentimiento del titular.
Gestión de evidencias: cada verificación queda trazable en el Expediente Digital (quién, cuándo, resultado).
Motor de reglas: puntajes de riesgo, umbrales y alertas configurables.
Integración contractual: KYC se enlaza al CLM para aprobar contrataciones, firmar con validez legal y activar flujos.
Reportes de auditoría y políticas de retención para cumplir con normativas y revisiones internas.
Resultado: menos tiempo de alta, menos errores y cumplimiento demostrable ante auditorías.
Buenas prácticas para KYC
Principio de minimización: solicita solo lo necesario.
UX clara: explica por qué pides cada dato y cuánto tarda.
Políticas de re-KYC: define periodicidad por riesgo.
Gobernanza documental: versiones, sellado de tiempo y controles de acceso.
Pruebas y métricas: mide abandono, TTA (time-to-approve) y % de casos que requieren remediación.
Plan de remediación: canales claros cuando falte evidencia o haya falsos positivos.
Conclusión
KYC es un proceso continuo, no un formulario. Al integrarlo con background check, CLM y expediente digital, tu organización acelera altas, reduce riesgos y demuestra cumplimiento.
Con ZERO, el KYC se vuelve automático, auditable y centrado en la experiencia del usuario.